Mascarillas NKare


Debido a los rebrotes que están surgiendo en distintas partes del mundo, el uso de la mascarilla es fundamental con el fin de evitar contagios, tal y como se ha demostrado científicamente.

Ante la importancia que ha cobrado las mascarillas en nuestra vida diaria, a continuación, detallamos los diferentes tipos de mascarillas de protección que podemos encontrar en el mercado y cuáles se adaptan mejor a nuestras características y necesidades.

Tipos de mascarilla

Existen diferentes tipos de mascarillas según la actividad que queramos realizar o las horas de uso que necesitamos durante el día. Las más comunes son las quirúrgicas, que son las conocidas mascarillas desechables, mientras que las mascarillas filtrantes, son más eficientes y están siendo cada vez más utilizadas y demandadas debido a su alto nivel de eficacia.

Mascarillas quirúrgicas

Son las más básicas. Su uso máximo recomendado es de cuatro horas y se utilizan para evitar el contacto con pequeñas partículas de fluidos en el aire, ya sea hablando o en cirugías.

Con estas mascarillas, se debe de tener en cuenta de que protegen más a las otras personas que a quien la lleva puesta. Por lo tanto, su uso no asegura que estemos del todo protegidos, sino que evitan exponer al resto de personas de posibles contactos con micropartículas derivadas de estornudos o fluidos que puedan salir de nuestra boca mientras hablamos o tosemos.

La normativa europea por la cual se rige este tipo de mascarillas es la directiva 93/42/CE referente a los productos sanitarios. Según esta norma, las mascarillas se clasifican según su eficacia de filtrado frente a las bacterias en Tipo I y Tipo II. Las de tipo II se distinguen si son resistentes o no a las salpicaduras. En este caso, las mascarillas resistentes a las salpicaduras son las de tipo IIR.

Mascarillas filtrantes

Son las mascarillas más fiables respecto a la protección de la persona que la lleva puesta. Estas mascarillas protegen al portador de esta de las posibles micropartículas contaminantes, así como de posibles bacterias y virus.

Las más conocidas son las FFP1, FFP2 o FFP3. Estos nombres hacen mención a la clasificación de estas según el porcentaje de protección de las mascarillas.

Las mascarillas filtrantes incorporan un filtro de micropartículas gracias al cual pueden proteger “de fuera hacia dentro” en distintos niveles.  Su finalidad es proteger al usuario frente a la inhalación de contaminantes presentes en el aire como virus, bacterias, sustancias químicas, etc. No protegen frente a gases o vapores. Este tipo de mascarillas están sujetas a la normativa europea UNE-EN 149 y se clasifican de la siguiente forma:

  • FFP1 (filtro de partículas tipo P1): Son mascarillas con una eficacia de filtración del 78% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 22%. Suelen emplearse frente a partículas de material inerte.
  • FFP2 (filtro de partículas tipo P2): Son mascarillas con una eficacia de filtración mínima del 92% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8%. Se utilizan frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad.
  • FFP3 (filtro de partículas tipo P3): Son mascarillas con una eficacia de filtración mínima del 98% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 2%. Se utilizan frente a aerosoles de alta toxicidad.
Este tipo de mascarillas pueden tener también una válvula de exhalación para reducir la humedad dentro de la mascarilla, obteniendo así una mayor comodidad para el portador. Sin embargo, las mascarillas con válvula no deben utilizarse en ambientes estériles.

Las mascarillas filtrantes deben ser desechadas tras su uso si no es posible mantenerlas en unas buenas condiciones higiénicas para su reutilización. Deben ir marcadas con el nombre o marca registrada e identificación del fabricante, identificación del tipo de mascarilla, el marcado CE, y la identificación clara de los componentes y partes diseñadas para ser reemplazadas por el personal autorizado.

Mascarillas reutilizables

Son mascarillas compuestas por diversos tipos de tejidos: poliéster/algodón, algodón 100% o poliamida. Para cumplir el certificado de la norma UNE 0065, deben tener una eficacia de protección bacteriana mayor de un 90% y una respirabilidad por debajo de 60 Pa/cm2.

Se recomienda no utilizar mascarilla durante más de 4 horas seguidas y lavar después de cada uso. Además, se debe sustituir si se humedece. Una vez utilizadas durante el día, estas deben lavarse para que puedan ser reutilizadas.
 

¿Cómo lavar una mascarilla reutilizable?

Dependiendo del fabricante, este puede proporcionar unas instrucciones específicas para el lavado. No obstante, por lo general se recomienda lavar a 60 grados con un detergente normal.

La siguiente lista de consejos también es muy recomendable con el fin de prolongar el uso y vida útil de una mascarilla reutilizable:

  • Después de lavarla, se debe esperar a que la mascarilla esté completamente seca antes de un uso nuevo.
  • No es recomendable utilizar el microondas para limpiar la mascarilla. No está demostrado que usarlo sea efectivo para la eliminación de bacterias además de que puede resultar peligroso debido a algunas partes metálicas pequeñas ajustables a la nariz.
  • No se mantiene la efectividad de la mascarilla si no se lava y se usa por el otro lado. Después de cada uso se debe de lavar.
  • No se recomienda usar la mascarilla reutilizable durante más de 4 horas
  • Si la mascarilla se humedece, se debe sustituir por una mascarilla limpia
 

¿Cómo utilizar y colocar correctamente una mascarilla desechable?

Según las autoridades y los expertos, estos son los pasos que se deben seguir para colocarse la mascarilla de forma correcta:

  • Lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos antes de manipular la mascarilla
  • Ubicar la parte superior de la mascarilla
  • Colocar la mascarilla en la cara, concretamente a la altura de la nariz.
  • Sostener la mascarilla desde el exterior y sujetar las tiras elásticas que se colocan a ambos lados de las orejas.
  • Bajar la parte inferior de la mascarilla a la barbilla si es necesario
  • Comprobar que la mascarilla cubre la barbilla y la boca en su totalidad
  • Pellizcar el pliegue nasal con los dedos para ajustar la mascarilla a la nariz de forma que quede lo más fija posible a la cara
  • Verificar que la mascarilla está colocada correctamente, asegurándonos que está sellada y no tenemos molestias respiratorias.
  • Por último, una vez puesta, es importante no tocar la mascarilla con las manos. Si necesitamos quitárnosla debemos lavarnos las manos o utilizar gel hidroalcohólico para su correcta desinfección.